Los carnívoros disfrutarán con la carne de vacuno, especialmente con el corte T-Bone, uno de los más codiciados por los entendidos. Nosotros nos decantamos por una parrillada de cerdo que traía unas chuletas especialmente jugosas, filetes (más secos), morcilla, chorizo y chistorra. Cada parrillada cuesta 11 € pero nos cobraron 17 al incluir mayor cantidad para 2 personas (no hubiera hecho falta porque sobró). Si quieres patatas son aparte aunque debemos advertir que son congeladas, un punto en contra que creemos deberían solventar porque no casa mucho con la filosofía de comida casera de este tipo de restaurantes.