El Restaurante Hermano Pedro tiene buenos vinos de la tierra y referencias nacionales. El tinto de la casa es una buena opción para regar nuestro menú. Los postres tiene muy buena pinta y muchos son caseros. Pensamos en pedir una tarta de Santiago de aspecto delicioso pero optamos por un quesillo por eso de parecer un dulce algo más ‘ligero’.
La atención del personal fue excepcional. Los camareros son profesionales y están pendientes del comensal sin agobiar. Hasta tuvieron la deferencia de invitarnos a una copa de licor de hierbas a cada uno. Un 10 para ellos.
La cuenta ascendió a 39 € / 2 personas (y podríamos haber gastado menos).