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Portada » Visitando Teno Alto, memoria viva de Tenerife
Para llegar a Teno Alto tendrás que dirigirte a la localidad de Buenavista del Norte y tomar dirección a El Palmar. Desde El Palmar parte una serpenteante y estrecha carretera que te llevará a Teno Alto en unos 25 minutos. El acceso en autobús no es posible ya que no existe ninguna ruta disponible. La alternativa es hacer uso del taxi ya que Teno Alto cuenta con una parada.
Hasta 1972 no se construyó en Teno Alto una carretera de acceso para vehículos. Hasta entonces los habitantes de Teno disponían 3 antiguos caminos que debían recorrer a pie, o en burro los más acaudalados, para acceder a otras partes de la isla. Teno Alto se encuentra a 770 metros de altitud por lo que imaginad las piernas con las que había que contar para acometer tal desnivel.
En el pasado su población se acercó a los 400 habitantes pero desde entonces no ha hecho más que disminuir hasta llegar a tan solo 65 (datos de 2020). Su principal sustento eran la actividad ganadera y la agricultura de subsistencia.
El cultivo del cereal jugo un papel crucial en Teno por su importancia en la alimentación de la población, sobre todo de las clases populares (es el ingrediente principal del gofio). Hoy su cultivo está abandonado y las eras languidecen entre muros caídos y espesa vegetación. Otra actividad económica del caserío fue la elaboración artesanal de tejas y aun permanece un antiguo horno para la cocción de tejas en un lugar conocido como la Cueva del Asabuche. Sin embargo, en la actualidad apenas quedan personas vivas que conozcan este oficio tradicional y no ha perdurado.
Otra actividad que sobrevive a duras penas es la producción artesanal de queso de las cabras que pululan por la zona, omnipresentes siempre en el paisaje de Teno. Sin embargo, las expectativas de su continuidad no son halagüeñas por falta de relevo generacional del oficio de pastor.
El histórico aislamiento de Teno Alto ha permitido que se conserven tradiciones de forma mucho más viva que en otros lugares de Tenerife donde el turismo llegó con más fuerza. Son muy aclamados su antiquísimo Baile de Piñata del carnaval y el tajaraste de Teno, viejos romances cantados que se bailan por parejas al son del tambor y las chácaras, el timple, la guitarra y el laúd. Es sabido que este sonido se utilizaba para ahuyentar las plagas de langostas que arrasaban los cultivos de la localidad.
Llegar a Teno Alto por su carretera ya es de por sí toda una aventura. El paisaje del macizo de Teno es impresionante desde las alturas. Estamos en las montañas que caen a plomo sobre el mar a través de Los Gigantes.
Una vez en el caserío encontraremos un conjunto de casas tradicionales, con una ermita de Ntra. Señora de la Consolación y un molino donde se molía el trigo para hacer gofio. Se hace imprescindible dar un paseo por los alrededores para descubrir otras casas dispersas y sobre todo su legado etnográfico. Es una experiencia mágica pasear por sus prados solitarios en compañía de gallinas y cabras sueltas
En Teno Alto hay una variedad de senderos que permiten conocer en profundidad la zona. Una ruta muy corta y fácil es la que nos acerca al Paisaje Lunar (siguiendo los indicadores del Camino del Risco). Se trata de uno de los entornos más extraños de Tenerife que hará las delicias de los aficionados a la geología y los paisajes fuera de lo común. Son muy curiosas sus rocas de formas caprichosas resultado de siglos de erosión. Por unos instantes uno puede sentirse como un forajido en el desierto de Arizona.
Junto al Paisaje Lunar y justo al inicio del Camino del Risco podremos ver uno de los vestigios guanches más importantes de Teno Alto. Es el Tagoro de Bujamé. A simple vista puede parecernos un simple corral de piedras pero es una construcción guanche de alto valor etnográfico.
Un tagoro es el espacio donde los miembros de los consejos guanches se reunían en asamblea (tagoror) para asesorar al Mencey, discutir sobre cuestiones que afectaban al pueblo o impartir justicia. Sobre la piedra más alta solía sentarse el máximo dirigente, mientras que el resto de los consejeros se colocaban, según su rango, más cerca o más lejos de él.
Tras la conquista existen testimonios que indican que su uso se extendió más allá de las asambleas del Mencey y muchos isleños usaban el Tagoro como sitio de reunión y conversación.
El Camino del Risco (PR-TF-58) es uno de los senderos más espectaculares por su trazado vertiginoso e imponentes vistas sobre la Isla Baja. Suele hacerse de subida dado que su enorme desnivel hace peligrosa la bajada para los no expertos. También puedes recorrer algunos metros para así asomarte a sus bordes acantilados. Una sensación de vértigo que te aseguramos no deja indiferente.
Nuestra recomendación es acercarse sí o sí al Camino del Risco, ya sea realizando la ruta si tienes capacidad física para ello, o recorriendo únicamente unos metros como hicimos nosotros. Imprescindible para conocer de primera mano como era la vida y la muerte en esta parte de Tenerife en un pasado no tan lejano.
Es interesante visitar alguna quesería tradicional donde además puedes comprar queso y contribuir a su sostenimiento económico. Son las Quesería Naturteno (atención a su queso “Inquieto”, Gran Medalla de Oro de Canarias en 2019) y Quesería de Flores de Teno. Sería un delito al menos no degustarlos en la ventita que hay en el pueblo.
En Teno Alto existen 3 restaurantes donde degustar platos de la gastronomía local, en especial queso y carne de cabra.
El magnetismo que desprenden sus paisajes y las tradiciones y costumbres que sus vecinos defienden con orgullo.
Que acabe tan saturado como Masca.
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