Como turista de calidad que soy trato de minimizar mi huella ecológica. Porque el turismo no sólo se mide en términos económicos sino también por el impacto ambiental que deja en el planeta. La preocupación por el medio ambiente es algo que no depende del poder adquisitivo del viajero. Por eso la meta del turismo de calidad será atraer turistas más sensibles con estos temas.
En las Islas Canarias se proyecta cada vez más la construcción de hoteles de 5 estrellas y establecimientos de alto standing para seducir a un turista de lujo que eleve el gasto medio. Eso sí, dentro de ellos. Muchos a menudo están en manos extranjeras. Por no hablar del impacto ambiental que causan o de su modelo de empleo precario. Porque la industria turística es muy lista y ha creado un nuevo cebo para dirigir el gasto de su turista de calidad: la exclusividad. Y ya sabemos que la exclusividad es un privilegio que se compra a golpe de talonario.